Tablero de juego
Y, aunque tarde,descubres que la vida es como un juego de mesa. Esperas llegar pronto a meta y ganar la partida pero cuando menos te lo esperas tienes que volver a la casilla de salida. Te enfadas, te desanimas y pierdes la ilusión. Sin embargo vuelves a intentarlo aun sabiendo que puedes perder de nuevo. Poco a poco recuperas las ganas. Empieza a importarte menos el resultado y disfrutas simplemente de la partida. No hay que olvidar que hemos venido a jugar y mantenerse en el tablero es la única victoria.