Rabia

Una pequeña chispa, en la mayoría de las ocasiones nacida de nosotros mismos, prende esa mecha.
No hay posibilidad de razonar, ni tiempo para prepararse, la explosión llega sin previo aviso salpicando nuestro alrededor de palabras que seguramente pensamos pero no queremos decir, de llanto incontrolado que arrastra aquello escondido en nuestras entrañas. Llega el caos. Nos sentimos atrapados en él
Nuestra mente se enfrenta a dilemas que, hoy, parecen no tener solución y a nuestro cuerpo le abandonan las fuerzas.Sensación de vacío.

Desaparece aquello que nos afligía y ahora parece ridículo. Nos avergüenza reconocerlo. La rabia brota sin freno pero ¿por qué se resisten esas dos palabras? Las palabras difíciles de pronunciar son las más sinceras y van cargadas de sentimiento.  Se puede decir mucho enfadado pero significa más un simple "lo siento".

No esperes a que brote la rabia para usar esas importantes dos palabras. Usa a diario las otras dos que acompañan a una sonrisa, te quiero.

Mar Albín

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