Hasta pronto Peter Pan

Lo siento pero ya no podemos seguir siendo amigos.
Me has acompañado todos estos años haciéndome sentir niña (aún habiendo pasado los treinta) por eso marcha tranquilo que no te olvido sin más.

Todavía conservo las ganas de soñar y la imaginación suficiente para hacerlo despierta, sigo queriendo aprender y sorprenderme cada vez con nuevos descubrimientos, continúo levantándome cada mañana con alegría deseando saltar,  cantar, reír... y me acuesto al llegar la noche agotada de días eternos.

Sé que te preguntarás  por qué me despido de ti si ahora tengo más ganas que nunca de sentirme viva. Ese es precisamente el motivo.

Querido Peter Pan, ya no tengo miedo a que pasen los días, ni siquiera ya temo a la vejez. Desde que ELLA ha llegado a mi vida cada minuto es un regalo y sólo deseo vivir a su lado viéndola crecer. 

Te entiendo, ahora no lo comprendes, es difícil de creer. Antes incapaz de imaginarme cumpliendo los cuarenta y ahora expectante de lo que me deparen los años, deseando verla  avanzar, superar cada etapa y disfrutar todas con ella. Quiero ser su abrazo de consuelo cuando lo necesite, su impulso cuando quiera llegar lejos, su confidente y la que la enseñe cuando se equivoque.

Esto no es una despedida amigo, es un hasta pronto, porque sé que volverás para jugar con mi niña y acompañarla en su camino hasta que ella algún día también sea madre y entienda la verdadera belleza que existe en este maravilloso ciclo y, como yo hago hoy, se despida de ti.

Mar Albín

Comentarios

Entradas populares de este blog

Estrella fugaz

Con M