Tan solo le miró

Y no le dijo adiós,
tampoco le besó,
ni siquiera le abrazó,
Tan solo le miró.


Pero su alma se rompió en mil pedazos
y cada trocito de él buscaba una salida
para lograr escapar de su cuerpo inmóvil,
para correr tras ella y no perderla una vez más.

Y no le dijo adiós,
tampoco le besó,
ni siquiera le abrazó,
Tan solo le miró.

Había tanto escrito en aquella mirada,
las palabras bellas que nunca se habían dicho,
amor que no cabía en sus brazos, quemaba la piel.
Un beso habría sido una simple ola en una tempestad.

Y no le dijo adiós,
tampoco le besó,
ni siquiera le abrazó,
Tan solo le miró.

Y  una lágrima brotó de sus ojos al marcharse,
dejaba atrás una pasión secreta que la ahogaba,
mas él que también la amaba, corrió tras ella.

Para no decir adiós,
sin miedos la besó,
con fuerza la abrazó

y en sus ojos se perdió


Mar Albín


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